Iniciativa busca consolidar emprendimientos turísticos, gastronómicos y artesanales en el cantón de Talamanca
Por: Jorge Umaña Torres / Corresponsal UNED Orotina
La Universidad Estatal a Distancia (UNED), a través de sus sedes en Talamanca, Puerto Viejo y Orotina, impulsa el proyecto, “Fortaleciendo la economía a través del turismo: Ruta del Cacao”, una iniciativa que busca consolidar emprendimientos turísticos, gastronómicos y artesanales en el cantón de Talamanca.
Dicho proyecto posiciona al cacao como un símbolo cultural que enlaza la tradición oral de los pueblos indígenas con el desarrollo económico sostenible.
Alianza institucional por la identidad y el desarrollo. La iniciativa es coordinada por la sede de Talamanca, en alianza con la subsede de Puerto Viejo y la sede de Orotina. También participan la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades (ECSH), mediante la Cátedra de Historia y la Escuela de Ciencias Exactas y Naturales (ECEN), a través de la Estación Experimental Los Llanos y PROLAB.
Esta articulación interregional e interdisciplinaria permite integrar la investigación, el turismo sostenible y la cultura en una sola ruta que honra el patrimonio vivo del pueblo bribri.
Un proyecto para la memoria y el futuro. Más allá de su dimensión turística, la Ruta del Cacao se fundamenta en la valoración de la tradición oral bribri, pilar esencial de la identidad cultural de Talamanca.
A través de entrevistas y relatos recopilados por el historiador Alonso Rodríguez de la ECSH, el proyecto rescata narrativas que revelan el rol del cacao en la cosmovisión indígena.
Desde los rituales de nacimiento hasta las ceremonias de transición (como la primera menstruación), el cacao ocupa un lugar central en las prácticas espirituales y sociales de los clanes bribris. Estas historias, cargadas de simbolismo, constituyen la base de una narrativa histórica que reivindica la herencia cultural y espiritual de los pueblos originarios.
Apoyo a los emprendimientos indígenas. La iniciativa promueve y evalúa propuestas locales lideradas principalmente por mujeres bribris, quienes desarrollan fincas integrales, hospedajes y proyectos gastronómicos basados en prácticas ancestrales.
Entre ellos destacan Crow Shok, de Nidia Valladares Romero y Kiara Guido Valladares, que combina cultivos tradicionales con el cacao; y La Casa de la Abuela, de Josefa Youchlin Youchlin, que preserva recetas y hospitalidad indígena.
Asimismo, artesanas como Leda Morales Segura, especialista en jícaros, y Judith Almengor Sánchez, creadora del emprendimiento Nativa Cultivo Sagrado, reflejan la riqueza de las técnicas tradicionales.
Estos proyectos son acompañados por un equipo interdisciplinario liderado por los gestores turísticos, quienes aplican criterios que priorizan la sostenibilidad, el arraigo cultural y la participación comunitaria.
La “Ruta del Cacao” trasciende el turismo convencional al incorporar una estrategia transmedia coordinada por Rodolfo Vargas (subsede Puerto Viejo) y Jener Herrera (Transmedia Orotina).
Esta estrategia incluye la producción de un documental, una colección fotográfica, podcasts y una publicación impresa (revista o libro) que narrarán la historia del cacao como símbolo de intercambio cultural y espiritual. Los productos multimedia pondrán en el centro las voces de los clanes bribris, garantizando que sus saberes, lenguas y prácticas sean el corazón de esta propuesta.
Además, la coordinadora de proyectos en Orotina, Jeannette Rodríguez, desarrolló fichas de valoración artesanal para destacar la autenticidad y sostenibilidad de las técnicas tradicionales. Esta herramienta ya se aplica en comunidades como Sixaola, con la Asociación de Emprendedoras, integrada por once mujeres artesanas.
El compromiso de la UNED con los pueblos indígenas se refleja también en espacios como la Finca Integral Didáctica Laroco, donde Mauricia Vargas y Laily Moreno contribuyen activamente al proyecto. En este emprendimiento, las personas visitantes pueden vivir la experiencia de tostar cacao a la leña y conocer el Uselë Comunitario, una vivienda cónica que representa el corazón espiritual de los bribris y su conexión con lo sagrado.
Al integrar comunidades como Shiroles, Suretka, La Pera, Volio, Sixaola, Bratsi y Hone Creek, la “Ruta del Cacao” busca posicionar a Talamanca como un destino turístico que celebra la identidad bribri, promueve la equidad de género y fomenta un modelo de desarrollo sostenible, respetuoso y arraigado en la sabiduría ancestral.
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