- El estreno de “La casa embrujada” concluyó con un emotivo espacio de agradecimientos y una cimarrona que puso a bailar a todo el público
- El elenco y el equipo de producción compartieron sentidas palabras al cierre, reafirmando el valor del arte como espacio de inclusión, convivencia y alegría
Por Jorge Quesada Villalobos. Colaborador de Prensa
El Colectivo de Arte Inclusivo Rompecabezas de la UNED cerró el año de la manera más memorable: con el estreno de su nueva puesta en escena “La casa embrujada”, presentada el pasado 2 de diciembre, ante un auditorio completamente lleno y un público que celebró de principio a fin el talento, la creatividad y el espíritu inclusivo que caracteriza a este proyecto universitario.
La obra reunió en escena a los actores y actrices del colectivo, conformado por personas con y sin discapacidad que integran este espacio de formación artística, convivencia y desarrollo personal. El elenco estuvo acompañado por el equipo creativo y de producción, integrado por docentes, personal de apoyo y voluntariado que hacen posible cada montaje teatral de Rompecabezas.
Durante la presentación, el grupo demostró una vez más su capacidad para transformar el escenario en un espacio de expresión auténtica, humor, suspenso y trabajo en equipo, elementos que han consolidado al colectivo como una de las iniciativas inclusivas más admiradas dentro de la comunidad UNED.
Al finalizar la obra, se vivió un momento profundamente emotivo. Los actores y actrices tomaron la palabra, compartiendo entre aplausos lo que significó para ellos ser parte de La casa embrujada: un logro personal, un espacio seguro y una oportunidad para demostrar sus capacidades artísticas.
El equipo de producción también ofreció unas palabras, agradeciendo el compromiso de las familias, el apoyo institucional y, especialmente, la valentía y dedicación de cada uno de los intérpretes, quienes asumieron el proyecto con entrega, cariño y profesionalismo.
El cierre de la actividad tuvo un giro festivo que encantó a la audiencia: una cimarrona ingresó al auditorio, llenando el espacio de música tradicional costarricense. En pocos minutos, el público —familias, estudiantes, docentes y visitantes— se levantó de sus asientos para unirse al baile, celebrando al elenco y dejando claro que el teatro también es comunidad, alegría y encuentro.
La actividad registró un llenazo absoluto, reflejo del cariño que la comunidad UNED y el público en general sienten por el Colectivo Rompecabezas. La función se convirtió en un punto de encuentro para reafirmar la importancia del arte inclusivo y el compromiso institucional por promover espacios accesibles, diversos y transformadores.
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