martes, noviembre 25, 2025
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    Educar para la inclusión con proyectos que transforman vidas desde la UNED

    • Desde su territorio y carrera, súmese al compromiso de la UNED por una educación inclusiva, transformadora y para todas las personas.
    Sexualidad, afectividad y autismo: desmitificar y comprender         

    Más de 1000 personas, en más de 25 cantones del país, se beneficiaron de los procesos educativos impulsados por el Proyecto de Equidad y Diversidad de la UNED, entre ellas personas adscritas al sistema penitenciario nacional, niñas, niños y adolescentes en riesgo de exclusión escolar, así como familias de personas con discapacidad.

    Durante el año 2024, este proyecto, adscrito al Programa de Desarrollo Educativo de la Vicerrectoría de Extensión y Vinculación Territorial, logró más de 60 procesos formativos desarrollados en alianza con más de 30 instituciones, para promover el acceso a los derechos humanos, mediante estrategias educativas no formales dirigidas a personas en situación de vulnerabilidad.

    “En un país marcado por desigualdades estructurales, brechas educativas y exclusión social, la Universidad Estatal a Distancia (UNED) reafirma su compromiso con una educación que transforma vidas y territorios. Se ha apostado por un modelo educativo profundamente humano, inclusivo y territorializado, que reconoce la dignidad de las personas y su derecho a aprender, crecer y participar plenamente en la sociedad”, dijo Tatiana Ramírez Ramírez, Docente del Programa de Desarrollo Educativo. Proyecto de Equidad y Diversidad.

    Entre las iniciativas que reflejan el alcance y la profundidad de la labor del Proyecto de Equidad y Diversidad, destacan “Aprendizaje sin límites: educación en contextos de privación de libertad”, “Mentorías para el rezago educativo”, “Proyecto Sobre lo Cuir” y “Participación plena: cuando las familias también aprenden”.

    Aprendizaje sin límites

    Derechos Humanos y Discapacidad desde el Modelo Social
    para poder apoyar

    En centros penitenciarios como el CAI 26 de Julio, CAI San Sebastián y CAI Ofelia Vincenzi, 186 personas privadas de libertad participaron en cursos sobre masculinidades no violentas, vínculos saludables, salud cognitiva y gestión de residuos, entre otros temas, por medio de la iniciativa Aprendizaje sin límites: educación en contextos de privación de libertad.

    Más allá de su componente académico, estos espacios ofrecieron momentos de reflexión y esperanza. En palabras de un participante: “Por primera vez, me sentí escuchado. Hablamos de cosas que nunca se hablan en la cárcel: el respeto, el amor, el perdón.”, mencionó una de las personas privadas de libertad, a quien pondremos por nombre Pedro, pues se prohíbe revelar imágenes y nombres completos.

    La iniciativa, desarrollada junto al Ministerio de Justicia y Paz y la Defensoría Estudiantil, promueve la reinserción social desde un enfoque de derechos, apostando por la transformación personal y la inclusión real.

    Estudiantes mentoras

    Estudiantes en formación para ser mentoras. 

    En comunidades como Palmares, Upala, San Marcos de Tarrazú y Monterrey de San Carlos, cinco estudiantes de la UNED se convirtieron en mentoras educativas para niñas, niños y adolescentes en riesgo de exclusión escolar, gracias a la capacitación Mentorías para el Rezago Educativo.

    Gracias al curso formativo de 55 horas en pedagogía y comunicación no violenta, estas estudiantes acompañaron procesos de aprendizaje en áreas clave como inglés, matemáticas y lectura, utilizando metodologías inclusivas como gamificación, diarios reflexivos y pausas activas.

    “Fui mentora, pero también aprendí. Aprendí a mirar con más empatía y enseñar con el corazón”, compartió una de las mentoras Betsabet Hernández Zúñiga.

    Este modelo de mentoría promueve una educación más cercana, solidaria y participativa, en la que la juventud universitaria se convierte en agente de cambio comunitario.

    Familias que aprenden

    Desde Grecia hasta Puerto Viejo, pasando por Guápiles y Siquirres, el proyecto Participación plena: cuando las familias también aprenden, ha acompañado a familias de personas con discapacidad mediante talleres sobre autismo, sexualidad, derechos humanos y calidad de vida.

    A través del modelo social de la discapacidad, se fortalecieron capacidades prácticas, redes de apoyo y vínculos afectivos, promoviendo la autonomía y la participación de las familias en sus comunidades. Estas acciones no solo generan conocimiento, sino también confianza, autoestima y corresponsabilidad social.

    Una universidad que transforma desde los territorios

    El Proyecto de Equidad y Diversidad demuestra que la educación no puede limitarse a las aulas, ni ser ajena a las realidades sociales. Desde centros penitenciarios hasta escuelas rurales, desde talleres virtuales hasta encuentros comunitarios, la UNED reafirma su vocación pública y su compromiso con una educación transformadora, inclusiva y con sentido humano.

    Una invitación a construir juntos

    La equidad no se decreta. Se construye día a día con acciones concretas, alianzas sólidas y el compromiso colectivo. Este proyecto es una muestra de cómo la universidad pública puede, y debe ser un agente activo en la construcción de una sociedad más justa.

    La UNED invita a toda su comunidad académica y estudiantil a conocer más sobre estos procesos y a sumarse, desde sus territorios y carreras, a este esfuerzo conjunto por una educación para todas las personas y todos los contextos.

    Por:  Tatiana Ramírez Ramírez. tramirez@uned.ac.cr. Investigadora del PROIFED. Docente del Programa de Desarrollo Educativo. Proyecto de Equidad y Diversidad

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