La Universidad Estatal a Distancia (UNED) llevó a cabo el foro, “Retos de la bioeconomía en el sector agroalimentario”, actividad que se realizó en las instalaciones de la Asamblea Legislativa y que tuvo como objetivo principal, fomentar un diálogo constructivo entre representantes de sectores de la sociedad civil, con el fin de impulsar un proyecto de ley que promueva la bioeconomía como un pilar fundamental para el desarrollo sostenible del país.
Durante el foro, los panelistas destacaron que, Costa Rica es un país reconocido a nivel mundial por su riqueza en recursos naturales y que alberga aproximadamente el 6% de la biodiversidad del planeta. En este contexto, los expositores subrayaron a la bioeconomía como una herramienta clave para garantizar la protección de los recursos naturales y agregar valor a otras acciones potencialmente rentables y con enfoque bioeconómico, los cuales permitan un mejor aprovechamiento de los recursos ecosistémicos, por ejemplo, el turismo rural, el agroturismo y el ecoturismo.
Es importante indicar que, aunque el foro fue realzado por la UNED, este recibió el apoyo y la coordinación de la diputada, María Marta Padilla Bonilla, quien destacó la relevancia del sector agropecuario en la economía y el empleo en las zonas rurales de Costa Rica.
Sin embargo, Padilla Bonilla, reconoció los desafíos que enfrenta el país debido al cambio climático y la necesidad de evolucionar hacia un modelo de producción sostenible, subrayando cuatro ejes clave: la investigación, el sector público, el sector privado y el financiamiento, como pilares fundamentales para fortalecer y transformar los sistemas agroalimentarios.
Por su parte, Víctor Umaña Vargas, economista agrícola de la Universidad de Costa Rica
investigador, profesor universitario y consultor internacional, brindó la charla, “Desafíos y oportunidades de la agricultura y la bioeconomía en Costa Rica”.
Umaña Vargas destacó los desafíos económicos y agrícolas actuales que existen en Costa Rica e indicó que, es importante cerrar las brechas y optimizar la propuesta de valor del país. Por lo anterior, propuso un enfoque integral que incluye la innovación tecnológica, la atención al impacto ambiental, y el desarrollo rural como pilares para generar productos y servicios sostenibles.
Además, hizo hincapié en que se debe revalorizar el sector agrícola, y se debe considerar su papel crucial en la economía nacional, así como en la necesidad de abordar la alta carga impositiva, la falta de efectividad institucional y la incoherencia en las regulaciones para fomentar un desarrollo económico más inclusivo y sostenible. Finalmente, Umaña Vargas sugirió diez grupos de políticas estratégicas, desde la coherencia con tendencias globales hasta la mejora de infraestructuras y recursos financieros, como claves para impulsar un sector económico más dinámico y competitivo en el país.
Finalmente, la actividad cerró con el panel: “Retos de la bioeconomía en el sector agroalimentario”, el cual tuvo como expositores a Rodolfo Hernández Chaverri, coordinación de la Cátedra de Ciencias Químicas para Ingenierías y el Laboratorio de Ingeniería en Bioprocesos de la UNED; Akira Hidalgo Segura, ingeniera Química de la Universidad de Costa Rica; Lilliana Rodríguez Barquero, coordinadora del Área de Investigación y Transferencia de la Universidad Técnica Nacional, sede de San Carlos, y, Álvaro Peralta, Máster en Administración de Negocios Globales, miembro fundador y actual CEO de Urek Biotecnología. Quien moderó el panel fue, Cynthia Córdoba Serrano, diputada de la República.
La bioeconomía presenta un gran potencial en el país, representando aproximadamente el 36% del gasto en consumo final, el 20% del valor agregado y el 17% del empleo. Se destaca que el 80% de las exportaciones físicas son de productos de biomasa, lo que subraya la importancia de la investigación científica y la transferencia de conocimiento para fomentar la innovación en este sector, destacaron los expertos.
A pesar de los beneficios, hay desafíos en la integración de la academia, la industria y el Gobierno. La política y la cultura juegan un papel crucial en promover la bioeconomía circular. De igual manera, destacaron que, existe la necesidad de crear incentivos para fomentar la investigación y el desarrollo, y la importancia de espacios controlados para experimentación. Además, se mencionó la certificación ABS, introducida en 2018, que puede contribuir a una mayor competitividad.
Los expositores destacaron el papel crucial que tienen las Universidades Públicas de Costa Rica, respecto a los avances tecnológicos y de investigación, así también, llamaron la atención al Gobierno, para que pueda articular de mejor manera con la U Públicas, a fin de mejorar la comunicación y apoyar de manera más agresiva al sector productivo.
Por otra parte, enfatizaron en que se debe definir políticas públicas que promuevan la innovación y la producción sostenible, así como analizar los desafíos regulatorios y la necesidad de revisar los procesos de importación de insumos de investigación.
Para ver la actividad completa, ingrese al siguiente enlace: Retos de la bioeconomía en el sector agroalimentario
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