Con el objetivo de conocer más acerca de la situación que viven las personas migrantes que transitan por Costa Rica, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) ha puesto en marcha el proyecto de investigación, “Seguridad humana de las poblaciones migrantes: Un estudio de caso de los cantones de Corredores, La Cruz y Los Chiles”.
El propósito de la investigación es retratar las condiciones de vida de las personas migrantes, principalmente en los cantones antes mencionados. Por otra parte, se busca registrar los protocolos de acción de las fuerzas de seguridad fronteriza y el rol que desempeñan como institución, a fin de responder a las necesidades de la población migrante.
Es importante indicar que, el trabajo de investigación está a cargo de Ana Lorena Vargas Cubero, Allyson Núñez Méndez, Valeria Solano Chavarría, Héctor Brenes Ceciliano y José Alberto Calderón Navarro, todos, pertenecientes a la Cátedra de Ambiente, Política y Sociedad, de la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades (ECEN).
Aunque el proyecto aún está en ejecución, ya se han identificado varios elementos clave. Desde 2021, ha habido un marcado crecimiento en el tránsito de migrantes que ingresan por el Tapón del Darién y atraviesan Centroamérica rumbo a América del Norte. Este aumento se ha fortalecido significativamente en 2023 y el primer semestre de 2024, siendo este último año el de mayor tránsito registrado.
Según la investigación, se ha observado un mayor flujo de personas del sexo masculino, pero es necesario un estudio más detallado para entender mejor la composición de las familias migrantes. Además, la diversidad es una característica notable de esta ola migratoria, con personas provenientes de América del Sur, el Caribe, Asia y África. Entre los países de origen destacan Venezuela, Ecuador, Haití y China.
Un aspecto alarmante que ha surgido en las entrevistas ha sido el aumento de casos de violencia sexual durante el paso por el Tapón del Darién. Aunque la mayoría de las víctimas son mujeres, también se han reportado casos de violencia contra hombres.
Respuesta del Estado costarricense ha evolucionado considerablemente. Inicialmente poco clara, la reacción ha pasado a adoptar un enfoque de emergencia nacional, ya que se han establecido rutas de autobuses para facilitar el tránsito de migrantes desde Paso Canoas hacia Los Chiles, en la frontera con Nicaragua. Además, se ha creado la Estación Migratoria del Sur, donde los migrantes pueden comprar boletos, sacar dinero, bañarse, cambiarse de ropa y adquirir alimentos empaquetados.
Aunque el proyecto continúa, se espera que sus hallazgos contribuyan significativamente a mejorar la seguridad y el bienestar de los migrantes en Costa Rica, fortaleciendo el papel de las instituciones en la protección de sus derechos humanos.
“Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la seguridad humana implica tener herramientas para enfrentar amenazas crónicas como el hambre y la represión, así como alteraciones repentinas en la vida diaria. Este proyecto nace de la necesidad de estudiar la seguridad de los migrantes en Costa Rica, reconociendo que la pérdida de esta seguridad puede ser un proceso lento o una emergencia abrupta, causado por decisiones políticas, fuerzas de la naturaleza o ambas”, explicó Ana Lorena Vargas Cubero, encargada de la Cátedra de Ambiente, Política y Sociedad de la ECSH.
Inicialmente, el proyecto se enfocó en el cantón de La Cruz, Guanacaste, debido a su dinámica particular como comunidad transfronteriza. Sin embargo, las visitas se extendieron a Los Chiles y Corredores al descubrir la llegada de grandes grupos de migrantes provenientes de diversas regiones del mundo, que cruzan la frontera entre Panamá y Costa Rica en su camino hacia América del Norte.
El equipo ha adoptado un enfoque cualitativo, recopilando datos mediante entrevistas y observaciones. Han entrevistado a migrantes y a representantes de instituciones como el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), la Policía de Fronteras y varias ONG. También han realizado visitas a lugares clave como la Estación Migratoria Sur (EMISUR) y el antiguo Campo Ferial en Paso Canoas.
El proyecto ha contado con la colaboración de las sedes universitarias de La Cruz, Los Chiles y Ciudad Neilly, cuyas jefaturas han sido fundamentales para el desarrollo de talleres dirigidos a la comunidad sobre derechos humanos de los migrantes y la problemática de la trata de personas. Además, Vargas Cubero indicó que este proyecto recibe el poyo incondicional de la Dirección de la ECSH, así como la Unidad de Proyectos.
Si desea conocer más acerca del proyecto, escribir al correo, avargas@uned.ac.cr
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