Actividad se realizó al cierre del congreso internacional que abordó temas relacionados con el crimen organizado
La jornada del segundo día del “Congreso Internacional: Crimen Organizado, enfrentando el poder de las élites, modos de operar y estrategias de intervención”, inició con una serie de exposiciones y mesas redondas que abordaron temas clave para el análisis y la prevención de este fenómeno en las instituciones públicas y en la sociedad en general.
Además, el congreso abordó entre otros temas, el análisis de las dinámicas del crimen organizado y las formas en que estas redes delictivas influyen en las estructuras sociales, políticas y económicas; también buscó promover la cooperación internacional y el intercambio de buenas prácticas e hizo hincapié en la importancia de desarrollar políticas y estrategias integrales para la prevención y mitigación de los efectos del crimen organizado, con el fin de fortalecer la seguridad pública y proteger a las poblaciones más vulnerables.
Importante indicar que, el objetivo de esta actividad fue fomentar el intercambio de experiencias y conocimientos entre personas expertas en seguridad y crimen organizado, con el propósito de mejorar y ampliar la comprensión de las dinámicas asociadas a estas actividades delictivas.
Durante la mañana, la primera intervención estuvo a cargo de Max Loría Ramírez, exviceministro de Paz y experto en prevención de la violencia, quien expuso acerca de las «Políticas estatales para la prevención de la delincuencia en grupos en situación de vulnerabilidad», destacando el caso de las Ligas Atléticas Policiales como un modelo exitoso para integrar a jóvenes en riesgo.
Loría Ramírez también enfatizó en la elevada tasa de homicidios en Costa Rica, donde jóvenes de las zonas costeras, como Limón y Puntarenas, enfrentan alta pobreza y baja escolaridad, factores que los hacen susceptibles al reclutamiento por grupos criminales.
“Un aspecto relevante es la necesidad de fortalecer la ´alerta temprana´ en las escuelas, ahí se debe de identificar a estudiantes en riesgo antes de que sean absorbidos por el narcotráfico”, destacó Loría Ramírez. Además, resaltó que, en comunidades vulnerables, los grupos criminales ofrecen a los jóvenes una falsa sensación de pertenencia y apoyo, lo que dificulta su reintegración a la sociedad y es en ese sentido, que se tiene que fortalecer la importancia de las políticas públicas en la creación de espacios seguros, en la promoción de actividades deportivas y recreativas, para alejar a los jóvenes de la delincuencia, mejorando su autoestima, habilidades de vida y relaciones interpersonales.
Por su parte, Yagnna Nicolás Jiménez, coordinadora Regional de Delincuencia Organizada Transnacional del ILANUD, presentó un detallado enfoque de las Naciones Unidas en torno a la irrupción del crimen organizado en la institucionalidad pública. Su análisis destacó un enfoque que se conforman de varias fases, que abarca desde la perfilación de las organizaciones criminales hasta la prevención de su expansión, proporcionando una visión integral de las estrategias de intervención y prevención.
“La fase inicial de perfilación consiste en el estudio del comportamiento, características y patrones de las organizaciones criminales. A través de esta fase, se identifican actores clave, modos operandi y estructuras organizativas. En Costa Rica, instituciones como la Universidad para la Paz, FUNPADEM y FLACSO participan en esta etapa, analizando las redes criminales y sus motivaciones”, manifestó Nicolás Jiménez.
Respecto al panel, Enfoque integral, perspectiva de género y estrategias de prevención, Sandra Chaves Esquivel, experta senior en trata de personas y tráfico ilícito de migrantes Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, expuso el tema: “Estudios de Territorialidad: Realidades de la Trata de Personas con fines de explotación sexual en Mujeres y Niñas”.
Segú la experta, la trata de personas con fines de explotación sexual, especialmente de mujeres y niñas, es un fenómeno profundamente enraizado en las estructuras sociales y económicas de desigualdad, que se asemeja a la esclavitud y servidumbre de épocas antiguas. “A lo largo de la historia, la explotación de seres humanos ha sido justificada por normas culturales y económicas, desde la esclavitud en la Grecia y Roma antiguas hasta la trata transatlántica de esclavos”.
En la actualidad, la trata de personas es un producto de las desigualdades estructurales, como el patriarcado, la pobreza extrema y la falta de oportunidades. Mujeres y niñas son especialmente vulnerables a la explotación sexual debido a los sistemas de género que perpetúan la violencia y la discriminación. Además, la economía global y la migración forzada contribuyen a este problema, ya que la demanda de mano de obra barata y la explotación sexual en diversos sectores, como la agricultura o la industria del sexo, son satisfechas a través de redes de trata de personas, explicó Chaves Esquivel durante su intervención.
Finalmente, los conflictos armados y la inestabilidad política también juegan un papel crucial. En regiones afectadas por guerras o regímenes opresivos, las mujeres y niñas suelen ser las principales víctimas de la explotación sexual y el trabajo forzado. A nivel mundial, las organizaciones criminales ven en la trata de personas una fuente de ingresos clave, especialmente en América Latina, donde grupos armados y pandillas explotan a mujeres y niñas.
A manera de conclusión, indicó que, el combate a la trata de personas requiere de una respuesta integral y cooperativa a nivel internacional. Es crucial fortalecer la inteligencia financiera para desmantelar las estructuras criminales, acelerar la judicialización de los casos y capacitar a los sistemas de justicia para una protección efectiva de las víctimas. Además, la cooperación entre países y el uso de tecnologías avanzadas son esenciales para desarticular redes criminales y proteger a las víctimas.
Entre otros temas que se abordaron en el último día del congreso, se pueden mencionar los siguientes: Propuestas desde un enfoque de género y prevención para intervenir y debilitar organizaciones criminales; Propuestas de prevención de la violencia y seguridad.; Derecho penal y su implicación en la prevención del crimen; Jurisdicción especializada en crimen organizado; Políticas de Estado de Derecho; Seguridad ciudadana y derechos humanos; Investigaciones sobre trata de personas y tráfico ilícito de migrantes; Acciones para mitigar los riesgos del crimen organizado en la institucionalidad pública, especialmente en instituciones policiales y poder judicial; Cumplimiento del Poder Judicial y prevención del crimen; Delincuencia organizada transnacional; Anticorrupción e integridad judicial; Acciones para mitigar los riesgos del crimen organizado; Financiamiento de partidos políticos y su relación con el crimen y, Administración policial y prevención del delito.
El congreso fue organizado gracias al esfuerzo de varias entidades, entre ellas: la Universidad Estatal a Distancia (UNED), mediante la carrera de Ciencias Policiales, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM), la Universidad para la Paz (UPAZ) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
[/responsivevoice]