Por: Jorge Umaña Torres / Corresponsal UNED Orotina
La historia de Aarón Sandoval Vargas es un testimonio de cómo la pasión y la curiosidad pueden transformar una simple afición en un emprendimiento significativo. Cocinero de profesión y aprendiz de orfebre, Sandoval Vargas ha encontrado en el emblemático río Machuca, límite natural entre Orotina y San Mateo, el tesoro que da vida a su proyecto, «Piedras Mágicas».
Desde niño, Aarón visitaba las pozas del Machuca, recolectando piedras sin conocer su valor real. Sin embargo, un hallazgo fortuito -un gran cristal de cuarzo- encendió la chispa de su curiosidad. «Ese fue el inicio de todo. Empecé a identificar colores, formas, patrones, y a través de otros coleccionistas aprendí a darles nombre», cuentó Sandoval Vargas.
Su trayectoria en la orfebrería comenzó gracias a los talleres para artesanos que ofrece la UNED Orotina en el territorio OSME (Orotina, San Mateo y Esparza). «Llegué buscando aprender sobre minerales, pero encontré una formación integral en orfebrería. Ahí empezó la verdadera magia», expresó.
– ¿Qué ha significado la oportunidad de capacitarse, de ampliar el conocimiento a través de los profesionales que ha puesto a disposición de todos artesanos, la sede de la UNED?
– Es importante ese tema. Siento que, gracias a, hay que mencionarlos, a Don Milton y Doña Flor, que son los profesores que nos han enseñado el arte de la orfebrería. Hay personas también importantes ahí, como lo es todo el equipo de UNED, que hace la logística para que esto sea posible. Nosotros somos el resultado de los procesos que ha montado la UNED, las municipalidades. Es importante el grupo. Soy una persona que (somos 14, si no me equivoco), que de todos he aprendido, absolutamente de todos los compañeros. Todo ese complemento de compañeros, yo les he sacado el jugo, y ellos muy anuentes a enseñar. Entonces, yo siento que se ha hecho un grupo bonito, y todos hemos aprendido de todos. Entonces, esa parte es importante, aprovechar el conocimiento de cada uno al máximo, para bien. Eso ha hecho que, bueno, en mi caso, me ha hecho un mejor orfebre, un aprendiz de orfebre.
– ¿En qué momento surge el nombre, el logotipo de Piedras Mágicas?
– Qué bonito. Esa pregunta, yo no sé, a mí, digamos, el tema de la magia, esa palabrilla es, tiene sus cosillas, ¿verdad? Desde el que saca del sombrerito un conejo, que saca un pajarito, hasta el tema de las energías y cosillas así. En mi caso viene por ahí- Es una cosa, digamos, es un sentimiento que uno lo encuentra en el río, estando ahí o yendo a caminar… Para mí toda esa combinación de elementos es lo que yo llamo magia. Entonces, cuando a una persona le gusta un mineral de los que yo tengo, y veo que esa persona sonríe, o se le pone la piel de gallina, o simplemente vuelve a ver y dice “qué bonito”, eso ya para mí es indescriptible, hay una transmisión de magia. Más o menos por ahí es donde viene el término. A veces cuesta explicarlo.
– Usted no se ha concentrado, o no se ha quedado, únicamente en Orotina- Ha tenido la experiencia de mostrar su producto en muchos otros lugares. ¿Cómo ha sido esa parte?
-Creo que es la mejor. Cuando yo me di cuenta de que había posibilidades de hacer algo importante a nivel de trabajo, lo agarré más en serio, o le metí más ganas, no sé cuál sería la forma correcta de decirlo, pero sí, es interesante porque, vuelvo a mencionar a GeoCR, ahí fue donde conocí yo la primera feria de minerales. Y tengo una anécdota, que fui con un amigo, él me dijo, vea, existe este lugar, ellos se reúnen, viene gente de todo el país, vamos, que conozca, y que lo conozcan. Y nos fuimos. Eso fue un sábado. El domingo regresé con un balde. Agarré un balde de mi casa y me lo llevé y don Peter, el que organiza, me dijo, “ponga una mesa y ponga su producto”. Y yo me quedé viendo y dije, ¿qué me está hablando este señor? Y yo, sí, sí, listo, y de veras. Y ahí empezó el tema de las ferias. Ahí yo conocí exclusivamente minerales. Sin embargo, todo este proceso me hizo evolucionar de la piedrita a un producto terminado, con las capacitaciones en orfebrería. Y se da uno cuenta que sí es posible vivir o trabajar de lo que uno hace. Es difícil, muy difícil. Hay que tener mucha paciencia”.
– ¿Cuáles podrían ser las pretensiones de Aarón Sandoval y Piedras Mágicas? – Ya ha venido todo este proceso, pero ¿Hasta dónde se quiere llegar?
– ¿El futuro, se refiere? – Creo que hay que ir al extranjero. Anécdotas que uno vive en una feria. Un señor, sin conocerlo, sin nada, se me arrima y me dice, “su trabajo está muy bien hecho. No se quede aquí, salga”. Y yo considero que sí, el extranjero sería una muy buena opción. Sería algo lindo ver uno las joyas y todo lo que uno hace, no sé, en alguna tienda, fuera del país. A corto plazo considero que es ir en ferias, buscando posibilidades de venta. Tengo ya, gracias a Dios, una alianza comercial con un hotel aquí en la zona, que me abrió un espacio y pude colocar producto. Entonces, considero que continuar así también, despacito, haciendo las cosas bien hechas, con productos de calidad. Que se vea que hay pasión. Hay una palabra muy interesante, que es la famosa identidad, que al final…, el que lo va a comprar es lo que busca. A la hora que usted va a comprar algo, que usted se identifique y sienta que es para usted. Entonces, eso que uno vende es esa identidad. Que al final el cliente le guste y que lo disfrute. Importante saber que uno está vendiendo magia. Y al final esa magia es para uno. Entonces… siento que yo vendo productos para uno estar mejor. Yo sé que, con ese anillo, cuando yo me vea la mano, me voy a sentir mejor una mañana o, no sé, una tarde, una noche. Entonces, por ahí viene el asuntillo de la magia, y de dónde nos visualizamos. Es en eso. Dándole a la gente la oportunidad de sentir ese río Machuca en las manos”.
La leyenda del Machuca
“…Así que mi estimado lector y futuro visitante… ¡Cuidado con bañarse en el río Machuca pensando que sus aguas transparentes solo tienen la ingenua cualidad de ser curativas o servir para refrescar! Más le valdría hacer caso a la advertencia que escupen los lugareños como eterna letanía “Que quien se bañe en el Machuca se queda en Orotina”; porque del río al embrujamiento hay un solo paso … (Tomado del Libro Eco de los Durmientes, del autor Calú Cruz -Óscar Leonardo Cruz Alvarado-. Cuentista y poeta costarricense).
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