miércoles, abril 24, 2024
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    COVID-19, DISTANCIAMIENTO SOCIAL, EDUCACIÓN A DISTANCIA Y LA UNED

    Por Rodrigo Arias Camacho. Rector de la UNED.

    El año 2020 inició con el conocimiento de un nuevo virus, conocido como coronavirus que se había identificado en la ciudad de Wuhan en China a finales del año 2019; en ese momento (hace menos de tres meses) nadie esperaba el desarrollo que tuvieron los hechos y la proliferación del contagio a todo el mundo de la enfermedad denominada como COVID-19; ni mucho menos se esperaba que nuestras sociedades tuvieran que tomar decisiones fuertes y vieran por primera vez la necesidad de recomendar y ordenar medidas cerrando fronteras para aislar los países de los demás, y también para que las personas nos aislemos incluso de los seres más queridos durante un período de tiempo indefinido.

    Distanciamiento social ha sido el nuevo término que viene evolucionando día a día.  Al principio fue que no hubiera apretones de manos, ni besos o abrazos al saludarnos.  Luego no ir a actividades masivas y evitar conglomeraciones de personas.  Siguió el cierre obligatorio por parte de las autoridades nacionales de bares, discotecas y otros lugares de diversión para evitar el riesgo de más contagios; siguiendo por la suspensión de eventos deportivos, incluyendo el campeonato nacional de futbol y el cierre de parques y otros lugares de recreación en todas las comunidades del país.

    En realidad este concepto de distanciamiento social tiene muchas connotaciones, desde el plano individual al colectivo; vemos como los supermercados e incluso las pequeñas pulperías establecen condiciones para entrar o pagar, volvimos a hacer fila para ir a comprar productos de todo tipo.  También nos dimos cuenta como algunas entidades no eran lo que se pensaba, particularmente interesante lo sucedido con la Fábrica Nacional de Licores (FANAL), antes pensábamos solo en el guaro Cacique cuando nos referíamos a esta empresa del Estado; ahora conocemos que fabrica muchos productos médicos que vende al costo a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y a otras instituciones públicas, además de suministrar alcohol a varias industrias.  Hace un mes el Ministro de Hacienda propuso vender FANAL; ahora vemos y conocemos que esta empresa es estratégica para la salud del país.

    El desarrollo del curso lectivo también ha sido fuertemente afectado, agravada la situación de la pandemia por la falta o racionamiento de agua potable en muchos lugares del país.  El Ministerio de Educación Pública (MEP) no tuvo más opción que suspender el curso lectivo y extenderlo hasta el 23 de diciembre de este año.  De igual manera, con diferencias en el abordaje, las Instituciones de Educación Superior públicas hemos tenido que tomar decisiones similares. Tanto el MEP como las Universidades han visto ante la emergencia del coronavirus, la oportunidad de utilizar variaciones de educación virtual y teletrabajo para mantener activo el proceso de enseñanza-aprendizaje.  Este panorama se presenta también a nivel mundial donde la educación a distancia surge como la modalidad educativa por excelencia para que las personas de todas las edades, puedan continuar estudiando y aprendiendo, aun en condiciones de total aislamiento como ha sucedido en otras naciones durante el último mes.

    Desde antes de inicio de la crisis, la UNED se venía preparando para enfrentar las circunstancias que se presentaran en relación con la enfermedad COVID-19.  Primero el Consejo de Rectoría había instalado una comisión especial para irse preparando.  Cuando el Ministerio de Salud, en la tarde el domingo 8 de marzo dictó el estado de alerta amarilla, al día siguiente se tomaron en la Universidad las primeras medidas, entre ellas, la suspensión de los actos de graduación en todo el país, la profundización del programa de teletrabajo, el plan de contingencia para que más personas se unieran a dicho plan, la atención especial a personas con algún factor de riesgo y la orden para que todos los cursos avanzaran hacia diferentes opciones tecnológicas de atención a las personas matriculada en las Escuelas, la Dirección de Extensión, el CONED y en los distintos servicios de vida estudiantil.

    Estas medidas continuaron profundizándose conforme avanzaban los informes y recomendaciones del Ministerio de Salud, ente técnico a cargo de orientar al país en esta materia, cuyas sugerencias han sido plena y oportunamente acatadas por la Universidad en resguardo de la salud de todo el personal y también atendiendo la responsabilidad social que nos compete en la atención de miles de estudiantes en todos los territorios de Costa Rica.  Entre estas nuevas medidas destaca la suspensión o posposición de los segundos exámenes presenciales que se tenían programados para el fin de semana del 14-15 de marzo.

    Dichosamente la UNED cuenta con un robusto y bien consolidado programa de teletrabajo, que en menos de 12 días logró triplicar el número de personas adscritas al mismo (pasando de 335 a 1117), sentando las bases para que la Universidad pudiera acordar la suspensión de las actividades presenciales a partir del domingo 22 de marzo y hasta el domingo 5 de abril, inicio de las vacaciones de Semana Santa; esperando regresar de esta situación de contingencia el lunes 13 de abril.

    También en el campo de la docencia las medidas han podido complementarse sobre la base de los avances en educación en línea que tenía la UNED; aunque no todos los cursos estaban al mismo nivel en esta materia, pero al menos se partía de una base institucional y se contaba con programas especiales para promover la adopción de acciones de contingencia ante la emergencia sanitaria que se enfrenta. La respuesta ha sido muy positiva y se espera que la afectación sobre el proceso de aprendizaje propio de la Universidad en este cuatrimestre sea la menor posible y que más bien, la Institución salga fortalecida en su camino de transformación digital que se viene impulsando y que ahora denotó ser de importancia estratégica para el futuro de la educación a distancia y particularmente de nuestra UNED en Costa Rica.

    También es de destacar en esta emergencia, la respuesta institucional ante el pedido de colaboración por parte del Ministerio de Educación Pública para ofrecer guía y suministrar contenidos que permitan a docentes y estudiantes del sistema educativo, mantenerse activos durante este período de suspensión de clases presenciales y cierre de escuelas y colegios.  Ante esta petición, se conformó una comisión especial de apoyo, donde el Colegio Nacional de Educación a Distancia (CONED), respondió poniendo al servicio del MEP sus muchos contenidos disponibles en su sitio web: www.coned.ac.cr, como también los programas de Producción Académica y Onda UNED para producir diferentes recursos de formación y aprendizaje que colaboren con la educación nacional ante esta emergencia.

    Las tecnologías disponibles en la actualidad, abren para la educación a distancia la posibilidad de lograr objetivos que siempre estuvieron presentes en los esfuerzos pioneros de esta modalidad educativa y que ahora, en este siglo pueden cumplirse: la posibilidad de estudiar y aprender en cualquier momento y lugar, rompiendo efectivamente las barreras del tiempo y del espacio en el acceso al conocimiento. 

    Esta crisis ha servido para un gran aprendizaje a nivel mundial, los panoramas no volverán a ser iguales que cuando iniciamos este año; en el caso de la UNED, la rápida transformación de este mes de marzo debe profundizarse y lograr la meta de ser mejores en el cumplimiento de la alta misión que nos compete en la sociedad costarricense.

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    M.Sc. Karol Ramírez Chinchilla
    M.Sc. Karol Ramírez Chinchilla
    Periodista - Mercadeo y Comunicación
    kramirezc@uned.ac.cr

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